La película comienza con un montaje que muestra a un grupo de niños calvos que reciben tatuajes de códigos de barras e igualmente reciben entrenamiento en armas de fuego y combate cuerpo a cuerpo. En estas escenas, se muestra que los niños son criados para ser asesinos y entrenados para matar.
El agente de la Interpol Mike Whittier (Dougray Scott) descubre el Agente 47 (Timothy Olyphant) en su estudio, donde los dos hablan. La escena retrocede tres meses, ya que 47 ha completado un golpe en Níger. Él recibe una comunicación de su contacto de la agencia, Diana, y se le dice que debe matar a su próximo objetivo, el presidente ruso Mikhail Belicoff (Ulrich Thomsen), públicamente. Completa su misión según lo ordenado, pero antes de que pueda salir de Rusia es contactado por sus empleadores. Ellos le dicen que hay un testigo del asesinato y le dan la orden de interceptación. Cuando el Agente 47 se enfrenta a ella en la calle, se da cuenta que ella nunca lo ha visto antes. Como miran el uno al otro, un civil al lado de él es fusilado. Al darse cuenta de que ha sido establecido, el Agente 47 se aleja tranquilamente de la escena.